miércoles, 9 de abril de 2008

IMÁGENES CONTRA IMÁGENES







Como en el bello título de una novela del escritor italiano Guido Piovene, "Piedad contra piedad", en aquellas semanas de mayo de 1968 en París que comento en mi reciente libro al que me referí en Mi Siglo el 4 de abril, las imágenes lograron ir contra las imágenes, y las imágenes de los fotógrafos que se adentraron por las calles de la capital francesa haciendo parpadear constantemente sus cámaras en busca de la noticia se encontraron instantáneamente con otras imágenes que les estaban mirando y que les hablaban desde los muros.



En el mundo no existían entonces los móviles, por tanto tampoco el "pásalo" de las voces al oído, y lo que las paredes parisinas sí "pasaban" a los ojos de los transeuntes eran los trazos y el lenguaje de los "grafittis" elaborados por los estudiantes en el "Atelier populaire des Beaux-Arts" y en el taller Brianchon ( en Bellas Artes). La crisis de mayo, según un sociólogo francés, "no fue revolucionaria ni en sus objetivos políticos, ni en sus objetivos sociales, pero sí lo fue en los medios de expresión utilizados".



En la noche del 13 de mayo de 1968 aparecieron en París los primeros "afiches" junto a "grafittis", consignas y octavillas. Pertenecientes a la categoría de arte popular, tanto porque hacían hincapié en la idea de anonimato como porque se adaptaban a una determinada demanda social, se empleó el offset en los carteles en ciertas ocasiones, aunque resultaba caro. Otros carteles fueron tirados en serigrafía a partir de fotos de prensa.


París - sobre todo el Barrio Latino - fue inundado de "grafittis" diversos.


TODO ES DADA, se leía en el Teatro Odeón.


OLVÍDENSE DE TODO LO QUE HAN APRENDIDO. COMIENCEN A SOÑAR, se podía ver en la pared de la Sorbona.


VIVIR CONTRA SOBREVIVIR, se leía en Nanterre.


DIGAN NO A LA REVOLUCIÓN CON CORBATA , se escribió en Bellas Artes.


EL ARTE HA MUERTO, LIBEREMOS NUESTRA VIDA COTIDIANA, apareció en la Sorbona.


Imágenes contra imágenes.


El ojo de la cámara fotográfica mirando a la cámara del muro.


Los dos ojos mirándose. Los dos lenguajes intentando entenderse.


Ese fue otro aspecto del París de entonces en su célebre mayo.


(Imagen: uno de los carteles que apareció en una calle de París)




No hay comentarios: