sábado, 8 de marzo de 2008

SACRIFICIO




Cuando nos acercamos al agua que rodea a las casas que aparecen en la película, a la enfermedad colectiva que amenaza a los personajes, al incendio que envuelve, destruye y purifica, oimos la voz de Andrei Tarkovski revelando lo qué quería decir con Sacrificio:

-"El personaje de Sacrificio busca participar en la vida, influir en el destino de sus contemporáneos y de su país, sin dejar que sean los políticos profesionales los que decidan por él. Este individuo quiere introducirse en la corriente de la vida y cambiar su curso. Y eso es posible sólo cuando se da cuenta de que nadie hará nada por él, mientras él mismo no tome la iniciativa. De esto trata la película. Si no queremos vivir como parásitos en el cuerpo de la sociedad, disfrutando de los beneficios de la democracia; si no queremos convertirnos en conformistas y estúpidos consumistas, tenemos que aprender a renunciar a muchas cosas.

Y, sobre todo - prosigue Tarkovski -,cualquier reforma que propongamos debemos empezarla por nosotros mismos. Rápidamente, solemos echar la culpa de lo que pasa a nuestros amigos, a la sociedad, pero nunca a nosotros mismos. Yo me enfado cuando la gente hace responsable de todo lo malo que ocurre en el mundo a los demás, pero nunca a sí mismo. ¡Cuántos gastan gran parte de su energía en culpar a los demás, sin dirigir primero la mirada sobre ellos mismos! Empezar por uno mismo, eso es lo que deberíamos hacer todos desde el primer momento. Pero nos hemos acostumbrado a que todo lo paguen el esfuerzo y el trabajo de los otros, y no el nuestro propio.

Ninguna estructura social puede funcionar en parte alguna del mundo - continúa este gran director de cine - si no arraiga en cada individuo singular. Por eso resulta de extrema importancia restablecer la participación del hombre en su propio futuro, conseguir que éste vuelva a creer en su alma y en el sufrimiento de ésta, y que ligue su actuación a su propia conciencia. Estoy convencido de que todo intento de restablecer la armonía en el mundo sólo puede tener éxito a partir de la renovación de la responsabilidad individual. Y esto no lo haremos sin renovar nuestra actitud respecto a la fuerza que nos ha creado y que nos hace vivir".

A veces en un blog no hay que añadir nada más.

viernes, 7 de marzo de 2008

EL CAMINO PARA VENIR AQUÍ



El camino para venir aquí está hecho de piedras, periódicos, hierro, neón y cristales, es un camino de arte, el camino del "arte povera", materiales tan pobres como la madera, los tejidos, los hilos, pero los hilos me han ido tirando y atrayendo hasta esta sala, han ido atando mis pasos por Caixa Forum de Madrid hasta dejarme quieto ante esta pieza en el suelo, "El camino para venir aquí" de Mario Merz, el camino de los periodicos repetidos, la noticia solidificada, "Il Corriere della Sera" del 10 de enero de 1986 amontonado en paquetes bajo una cinta fosilizada, una hilera de periódicos iguales, la noticia siempre repetida, esa noticia "Non piu armi alla Libia" en primera página, no, no más armas a Libia ni a ningún sitio, no mandar armas nunca a nadie, ¿para qué las armas?, la noticia aparece en Primera y la Primera se repite multiplicándose en el suelo, el periódico muestra sus montones efímeros, nada más efímero que un periódico de ayer, ayer se mandaban armas a Libia y hoy se envían a otros sitios, el periódico está detenido en esta sala, es la repetición de la actualidad, la relación que Merz hacía entre cultura y naturaleza, ¿es cultura mandar armas a los hombres?, ¿se mejora la naturaleza?.
Luego he tomado la senda del hierro, del tejido, del cristal, el neón me ha guiado por Madrid, he cruzado las calles y he llegado a las teclas de este blog de Mi Siglo, me he asomado a la ventana de la pantalla y he recordado de nuevo el camino para venir aquí.
(Imagen: pintura de Mario Merz.-Flickr)

jueves, 6 de marzo de 2008

JERUSALÉN, JERUSALÉN


- No veo ningún nexo necesario entre la angustia y la experiencia judía - decía el escritor norteamericano Bernard Malamud -. No creo que exista una angustia nacional, aun cuando haya algunos judíos ciertamente angustiados. No creo que una encuesta realizada en varios países permita determinar una angustia específicamente judía. No todos los judíos tienen una experiencia idéntica. Si existe algo que se parezca al "carácter" nacional, no creo que la psicosociología haya probado aún que existe una angustia internacional específicamente judía.
Por su parte, Saul Bellow comentaba:
- No tengo ningún deseo de hablar de la literatura judía . A mi entender se trata de una cuestión de sociología a la que el mismo escritor sea incapaz de responder.
Truman Capote quería terciar también en el debate:
-Me siento completamente extraño a Bellow y a Malamud y a todo lo que hace furor en Nueva York...Ellos son quienes hacen la ley. La ley literaria. Controlan el Establecimiento literario. Y yo me encuentro solo, completamente solo en el frío...
Viene todo esto en relación con la polémica suscitada por el Salón del Libro de París que se celebrará en esa ciudad del 14 al 19 de marzo y donde Israel es invitada de honor coincidiendo con el sesenta aniversario de la creación del Estado de Israel.
Ya en Italia, Israel también ha sido invitada de honor a la Feria del Libro de Turín y ha estallado la misma polémica que parece ahora situarse entre quienes reciben con calor a los 39 escritores israelíes que van a la capital francesa y quienes protestan por su presencia, muchas de esas protestas provenientes de países árabes.
A la vez, una de las más interesantes revistas de Francia dedicadas a autores y a libros, "Le Magazine littéraire", cambia su apariencia y su fondo en el número que saldrá a la calle precisamente el día 14 y publica un especial Documento sobre "los judíos y la literatura". Malamud, Bellow y Mailer, entre otros, dice uno de sus artículos, no se han reconocido, como muchos han pretendido, dentro de la "escuela judía de Nueva York", aunque el "signo judío" impregna a pesar de todo sus diversas obras de manera muchas veces enigmática y secreta. La vitalidad literaria israelí - señala Pierre Assouline -es aún más sorprendente puesto que ella está silenciosamente cercada por la muerte.
A París, entre otros, van Amos Oz y David Grossman para hablar de "la literatura y el mundo", pero la lista de grandes narradores judeonorteamericanos nos llevaría por ejemplo hasta el polaco que emigraría a Estados Unidos, Isaac Bashevis Singer, o a la célebre y extraordinaria novela, Herzog, de Saul Bellow.
Si ahora siguiéramos la estela de agua que fue dejando aquel histórico barco en el mar escucharíamos la voz de León Uris diciéndonos:
- Existe toda una escuela de escritores judíos norteamericanos que se pasan el tiempo maldiciendo a sus padres, detestando a sus madres, torturándose el alma y preguntándose porqué han nacido. Yo escribí Exodo porque estaba cansado de excusas y del sentimiento que nos impulsa a buscar excusas. La comunidad judía de este país es proporcionalmente mucho más fértil que cualquiera otra en el campo del arte, de la medicina y sobre todo de la literatura.

martes, 4 de marzo de 2008

LA ESCRITURA NOCTURNA



- En la escritura diurna - dice Magris -, un escritor, también cuando inventa, expresa un mundo en el que se reconoce; habla de sus propios valores, su modo de ser, su sentido y su concepción de la vida.
-Pero en la escritura nocturna - le contesta andando junto a él el doble de Magris - el escritor ajusta cuentas con algo que surge de improviso dentro de él y que, quizá, no sabía que tenía: sentimientos, impulsos inquietantes y también horribles que nos asombran, nos horrorizan, nos sitúan ante un rostro que no creíamos tener, nos dicen lo que podríamos ser, lo que tenemos o esperamos ser, que quizá por una simple casualidad no hemos sido.
-La escritura diurna, sin embargo ...-intenta interrumpirle Claudio Magris caminando por las calles desiertas...
Pero ya su doble enseguida le corrige:
- Mire usted, cuando un escritor encuentra a este sosias suyo, a lo mejor preferiría que dijera cosas diferentes de las que está diciendo pero, si es honesto, tiene que dejarle hablar e incluso, permitir que diga verdades desagradables; en resumen, tiene que dejar la pluma a la escritura nocturna.
Y así van, escritura diurna y nocturna de la mano, el día y la noche de los escritores, parte de luz y parte de sombra, la lucidez y la irrealidad sobre el asfalto, la conciencia y el subconsciente que nunca se separan, que nunca se despiden, que van juntos dentro de Claudio Magris como van dentro de nosotros mismos.

domingo, 2 de marzo de 2008

TOLKIEN : ESTAR DENTRO DEL LENGUAJE


Ante este mapa en el papel o dentro de su cabeza, pensando en los amantes de los árboles, las flores o el agua, en los humanos que cultivaban el suelo y edificaban villas y fortalezas, en los que buscaban minerales dentro de las montañas o en quienes custodiaban los bosques, Tolkien le consultaba a su hijo Christopher el 21 de mayo de 1944: "¿Te parece que Shelob (Ella-Laraña) es un buen nombre para una monstruosa araña? Por supuesto, se trata tan sólo de "she más lob" = (araña) ; pero escrita como una única palabra, parece algo nocivo..."

Diez días después le confiaba también a su hijo: "Le leí a C.S.Lewis los dos últimos capítulos (El antro de Ella-Laraña y Las decisiones de maese Samsagaz). Sam, entre paréntesis, no es la abreviatura de Samuel, sino de Samsagaz (Medio-tonto en inglés antiguo), como el nombre de su padre es el Gaffer (Ham) en inglés antiguo Hamfast o Stayathome ( Quedadoencasa). Los hobbits de esa clase tienen por lo general nombres muy sajones; y no estoy verdaderamente satisfecho con el sobrenombre Gamyi y lo habría reemplazado por Buenchico si pensara que tú me lo permitirías."

Las Cartas de J.R.R. Tolkien (Minotauro) revelan, entre tantos otros escritos, la preocupación del autor por el lenguaje. En la necrológica de Tolkien que The Times publicó en 1973 y que escribió su amigo C.S.Lewis se decía que él había sido no sólo un estudioso, sino un creador lingüístico: "Había estado dentro del lenguaje", se afirmó. ""Al escribir - decía Tolkien - yo siempre empiezo por un nombre. Dadme un nombre, y sacaré un cuento, pero no al revés". Como tampoco estaba muy seguro de cómo había inventado la palabra hobbit: "Yo no sé de dónde salió el nombre. Uno no puede coger al vuelo a su cerebro. Es posible que fuera por asociación con el Babbit de Sinclair Lewis".

A Tolkien me referí en Mi Siglo el 29 de noviembre pasado y allí aludí a la invención y a la realidad. Ahora, un libro reciente, "Tolkien et le Moyen Âge" (CNRS, París,2007), publica una serie de artículos en torno al Tolkien investigador y filólogo, especialista en el mundo anglosajón-medieval. Lo feudal, el universo de las armas, la música, la poética, la magia, la arquitectura y la medicina expanden esa Edad Media de la que habla el célebre escritor. ¿Pero de qué Edad Media se trataba?
Se sabe que la ambición de Tolkien no era escribir novelas, sino constituir algo legendario, susceptible de reunir a la vez las mitologías greco-romanas y celto-germánicas. Trabajaba el lenguaje con intuición e imitación y ahora - además de quienes le veneran como autor y de quienes le rechazan - es estudiado como creador del lenguaje en muchas universidades del mundo.